Expertos en Gemología, miembros de la FGA – DGA y la GIA.
Expertos en Gemología, miembros de la FGA – DGA y la GIA.
Los minutos pasan, cada vez más seguros y constantes, para concretar en una empresa familiar, el esfuerzo solitario de un corazón que late y latirá siempre al tic-tac de un buen reloj.
Para nosotros el tiempo es la realidad…
MISIÓN
Consolidar el prestigio que con esfuerzo nos hemos ganado durante 68 años, combinando nuestro trabajo familiar, experiencia, calidad de servicio y diseño únicos de joyería, con la más exclusiva marca de relojería
VISIÓN
Continuar haciendo de nuestra dedicación a cada pieza, a cada piedra, a cada joya, una actitud de vida. No solo por el recuerdo fugaz de una pueda o de un padre, sino por el ojo avizor e inquieto, que, aunque viejo, sigue filtrando, con paciencia de segundero, la luz tersa de una gema en manos de un hijo… o mejor dicho, de cuatro hijos, quienes cultivando la misma inclinación por el arte y la firme intención de seguirle dando a J. Roca entre otras cosas, el justo relevo.
NUESTRA HISTORIA
1951
Con la convicción de que el trabajo, la familia y la constancia dan el mejor rumbo a nuestro futuro, ingresamos al maravilloso mundo de la joyería de la mano de nuestro cuñado, Vicente Andreu, hace ya más de 60 años. Es así como nace la primera sede comercial de Joyería Roca Hnos.
1953
Desde nuestros inicios siempre tuvimos claro que todos nuestros esfuerzos tendrían que estar orientados hacia un solo fin: la excelencia. Por ello, cuando decidimos asumir la responsabilidad de distribuir relojes, no dudamos en buscar las mejores marcas, las de mayor calidad.
Es así como la firma Serpico & Laino, con la que siempre mantuvimos excelentes relaciones comerciales y personales, nos otorgó la representación de las reconocidas marcas suizas de relojes Rolex y Patek Philippe.
Representación esta que realizamos con gran honor hasta el lamentable cierre de operaciones de la mencionada firma en los años setenta. Así mismo, hemos alimentado, desde nuestros primeros años, una estrecha relación comercial y personal con la prestigiosa familia Rolex, primero a través del Sr. André Heiniger y luego a través de su hijo, Patrick.
1964
A lo largo de todos estos años, hemos visto crecer nuestro negocio al mismo tiempo que hemos visto desarrollar a la gran ciudad de Caracas. Siempre hemos estado atentos a las necesidades y a las demandas que imponen la modernidad, y siempre hemos estado dispuestos a superarnos.
1966
Al evaluar nuestras fortalezas, nos damos cuenta que el haber nacido como una empresa familiar y, como tal, ofrecer un trato cordial y exclusivo a nuestros clientes, nos ha llenado de las más grandes satisfacciones.
Satisfacciones que hemos visto reflejadas en importantes oportunidades como la que tuvimos en el año 1966 cuando, de la mano de Serpico & Latino, tuvimos el honor de conocer al Sr.Stern.
1968
Nuestro entorno urbano seguí creciendo y nosotros junto a él. Pronto, Caracas ya contaba con un importante y moderno centro comercial.
Una vez más no dudamos en hacernos partícipes de la modernidad, y mudamos nuestra sede de Joyería Roca Hnos. al recién inaugurado CENTRO COMERCIAL CHACAÍTO. Allí nos mantuvimos durante 13 años, tiempo después del cual nuestra selecta clientela y la altas categoría de nuestros productos ameritaron un entorno comercial más exclusivo que el que se había desarrollado en la zona.
1977
Este ambiente de exclusividad y categoría fue precisamente lo que encontramos en el que es hasta hoy uno de los centros comerciales más importantes de la ciudad, el CENTRO CIUDAD COMERCIAL TAMANACO. Lugar donde decidimos instalar nuestra nueva sede Joyería Roca Hnos. Allí nos hemos mantenido desde entonces, trabajando con la misma dedicación que el primer día.
1985
Este año, Venezuela fue bendecida por la primera visita de su Santidad, el Papa Juan Pablo II. Para agradecer tan honrosa presencia, el entonces presidente de la República, Dr. Jaime Lusinchi, nos encargó realizar un obsequio muy en especial en
nombre del pueblo venezolano.
El gran honor que representó este momento para nosotros quedó reflejado en una magnífica pieza de arte, el PECTORAL PAPAL. Una cruz de diseño único, elaborada a mano en oro extraído de las entrañas de Guayana, en el que quedó inscrito como leyenda: “El pueblo de Venezuela a su Santidad Juan Pablo II en su visita a Venezuela. Caracas XXVI-I-MCMLXXXV“.
1987
Dos años más tarde, en febrero de 1987, Venezuela recibió la especial visita de la Reina Beatriz de Holanda, y nuevamente el presidente Dr. Jaime Lusinchi confió en las manos expertas de Joyería Roca Hnos. la elaboración de una pieza de joyería que sirviera como símbolo de amistad de parte del pueblo venezolano. En esta ocasión realizamos un elegante y exclusivo collar de las más exquisitas perlas naturales de la Isla de Margarita.
1988
Tuvimos el gran privilegio de plasmar en una de nuestras creaciones uno de los momentos más memorables para la diplomacia venezolana. La visita del Dr. Jaime Lusinchi a Japón, a fin de estrechar lazos de amistad con sus Majestad el Emperador
Hiroito. La oportunidad ameritaba un recuerdo muy especial que el entonces presidente de Venezuela no dudó en poner nuevamente bajo nuestra responsabilidad. Como resultado, surgió una de las obras de arte de las que nos sentimos más orgullosos. Un espectacular crisantemo en oro de 18 quilates, totalmente tallado a mano.
1992
Cada año, nos hemos ido fortaleciendo como empresa y como familia. Nuestros cuatro hijos, cultivando la misma inclinación por el arte y con la firme intención de continuar aportando a Joyería Roca Hnos. el trabajo y la dedicación que la han caracterizado, se convierten en gemólogos. Sus aportes y su nueva visión han sido, y seguirán siendo, parte fundamental en la evolución y expansión de nuestro arte y de nuestra tradición familiar en el ramo de la joyería.
Es por ello que, luego de casi dos décadas haciéndonos un nombre de prestigio, decidimos mudar nuestras oficinas a la entonces naciente urbanización El Rosal.
2002 - 2021
Durante todos estos años, hemos evaluado constantemente nuestro trayecto, nuestros logros y nuestro trabajo.
Gracias a esa constante autocrítica y a esa devoción por la perfección, logramos siempre tener claros nuestros objetivos a futuro.
Seguir acompañándoles y asesórales en esa inversión de vida u obsequio especial que tanto anhelan.